sábado, 14 de febrero de 2009

Soledad

La noche parece ser eterna,
el frió no me deja caminar,
no puedo reír, no puedo llorar,
para que caminar si no se a donde ir.

El lugar esta completamente solo.

Una puerta hermosa grande de madera,
ha despertado mi curiosidad.
Al abrir no hay nada por buscar,
pero si hay mucho que ver.
.
Un cuarto muy grande, lleno de antigüedades
y objetos destruidos.

A mi lado izquierdo, de abajo
hacia arriba hay libros, a mi lado derecho
hay rostros pintados, unos demuestran seriedad,
otros ansiedad, unos dan miedo, otros dejan
mucho que pensar, el rostro serio que refleja maldad
parece que solo se niega a platicar,
y hacia el frente una mesa grande
con un cuchillo arriba, la silla con una pata rota,
en la pared de enfrente no hay que ver
a los lados solo en medio una enorme
ventana con unas cortinas rotas, vidrios rotos,
entre los cristales hechos pedazos hay
pétalos de rosas quemados, al mirar por
la venta, la noche eterna y fría se deja ver,
en medio de troncos y ramas secas, se encuentra
una mujer pelirroja tocando su violín,
una hermosa melodía, después de tanto mirarla,
su presencia y su música parecen darme tranquilidad,
mis labios poco a poco comienzan a separarse
un suspiro alentador y unos labios en dirección
hacia arriba atraen su atención, la mujer me mira
y me intimida, su rostro no demuestra tristeza ni alegría,
pero parece que ella no quiere que yo sonría,
su mirada seria me brinda armonía, al voltear hacia atrás
dos personas me miran, me asusto pero
no me da miedo gracias a esa melodía,
primero veo un hombre y luego una mujer,
parece que quieren sonreír, se miran y me miran,
todo esta listo para el amanecer,
las dos personas se han ido,
la mujer pelirroja se ha levantado,
¡es la hora de dormir si te quieres ir, que tienes que decir!

Ella a hablado,
ahora ya amaneció estoy rodeado de tristes y alegres,
los rostros pintados han desaparecido,
ya esta todo claro, hay que mirar,
ahora el día es el que parece ser eterno,
para que caminar si no tengo a donde ir,
al caminar el triste no me mira,
el alegre si me mira, la tarde comienza
y empiezo a sentir alegría pero en mi mente
suena aquella melodía, recuerdo que ella
no quiere que yo sonría,
la noche ya viene, quiero oír de nuevo aquella melodía,
la noche ya esta, solo tengo que esperar que
acabe la diversión, ahora quiero caminar
por que se a donde ir.

 El cuarto grande
y oscuro me espera, ya es de noche,
¿por que no están los cristales rotos y los rostros pintados?
aquello estaba dedicado para hacer maldad
una persona con una cruz ha arreglado aquel lugar,
de nuevo para que caminar si no tengo a donde ir,
¿por que no a empezado a sonar la melodía?
empiezo a sentir ansiedad y eso quiere que llore,
de nuevo en mi mente empieza a
sonar aquella melodía.

¿Por qué será?

En este momento todo mi animo sosegado,
al caminar me topo con una casa destruida,
pero muy atractiva, en lo alto en el balcón,
se encuentra sentada en la horilla, la mujer pelirroja,
esta vez no toca su hermosa melodía, atrás de mi esta
el triste y el alegre, la melodía de la pelirroja empieza a sonar,
el alegre se asusta y el triste se llena de nostalgia,
un suspiro me relaja, alto a tu maldad, la persona de la cruz,
dile a esa pelirroja que calle su tristeza, el alegre exclamo,
el triste proclama que detenga la melodía,
el viento ahuyenta a las personas,
los rostros pintados empiezan a aparecer,
los cristales a romper,
una multitud enloquecida no entiende la melodía,
no te da tristeza ni alegría, eso es pura maldad,
la persona de la cruz quiere callar, entre tanto alegar
parece que no va amanecer, hasta que deje de mirar,
entiendo la intención de aquel sonido que la pelirroja
no quiere dejar de tocar, en medio de toda
la multitud los alegres cambian su animo a enojo
y el triste ahora esta tranquilo.

Ahora todos se van, el alegre enojado
y el triste tranquilo, al mirar hacia el balcón
veo que ella no ríe ni llora,
sentado con la mente en blanco he quedado,
la noche en vez de acabar se alarga mas,
al voltear a mi lado izquierdo,
esta aquel rostro serio que parece estar lleno de maldad,
que se niega a hablar, al lado derecho esta la pelirroja,
tocando su melodía.

 Un fuerte viento
me provoca dos emociones,
no somos tristeza ni alegría, no somos maldad,
una sonrisa y lagrimas han provocado al hablar,
ahora se que todo esto es mi hermosa soledad.






1 comentario:

  1. yeah!

    ps estaba dandome un rol por tu blog

    y me gsuta como escribes y

    lo que expresas.

    Saludos

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